Dejemos el miedo atrás, pongámonos en camino, soltemos lo que no nos deja ser felices, lo que no le deja sitio a Él.
Hagamos de nuestro corazón portal abierto y no posada llena de cosas y cerrada.
¿Qué hacer?
Esperarlo con verdadero deseo.
Lo definitivo es ‘Dios-con-nosotros’ para siempre.
No dejemos que pase de largo este encuentro.
Está cerca, muy cerca.
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