Con el Miércoles de Ceniza, iniciamos el camino de la Cuaresma. Cuarenta días de Éxodo en el que dejamos atrás el desierto y la esclavitud para encaminarnos hacia el oasis, el amor y la esperanza de Dios.

La Cuaresma es un tiempo de conversión, de recogimiento y reflexión para la creación y el destello de una nueva esperanza que, como dice el Papa Francisco, “va de la mano con la fe y la caridad”.

Tengamos la valentía necesaria para iniciar este camino de conversión.