Estos  días fueron  una oportunidad para encontrar a Dios en la comunidad de hermanas de Villafranca, en la  Iglesia, en las  calles del pueblo, en las niñas del coro, las catequistas, las madres, abuelas y  señoras;  emocionarnos  con las  procesiones, con el recuerdo de hermanas que ya están con el Padre. Fue  sentir cómo rebrotan tantas energías, tantas memorias e ilusiones compartidas. Y todo esto fue hermoso porque en nombre de la Congregación recibimos mucho y queremos compartirlo.

MIISIÓN 2022