
Millones de mujeres viudas de todo el mundo afrontan un escenario en el que la pobreza y la persecución es una constante, en muchos casos porque, tras la muerte del padre de familia, han perdido no solo el sustento económico sino también la protección del varón, clave en algunas sociedades. Muchas se quedan sin la herencia que les corresponde, otras terminan siendo esclavizadas por la familia política y algunas incluso son acusadas de brujería.
Perder a la persona amada, con la que se ha planeado vivir toda la vida, es muy duro, pero luego viene lo peor. No solo falta la pareja, sino que la viuda se queda sin el 50% de sus recursos económicos. En España hay dos millones y medio de mujeres que perdieron a sus cónyuges para siempre. Casi la mitad tienen más de 65 años y las hay de 90 años y más. Amas de casa que cuidaron a la familia y no cotizaron. Los expertos en Bienestar Social llaman a su problema y desgracia quedarse doblemente viudas, pues se despiden del marido y quedan viudas igualmente de la pensión que disfrutaban.
Tal y como está la vida, imaginemos por un instante vivir con esta cantidad al mes repartida para, digamos, una mujer y dos hijos. Es una pensión inferior a lo que se considera el umbral de la pobreza (por debajo de 6.800 euros anuales). ¿Y si hay que pagar alquiler? ¿Y si se estropea la lavadora? ¿Y cuando toca pagar la derrama de la fachada de la casa? ¿Medicinas, ropa nueva? Caprichos, eso sí que no. Ni un café fuera de casa. Ni uno solo. ¿Y cómo enfrentarse a la vejez sin hijos que las auxilien y sin recursos?
Aún más angustiosa es la situación de 377.000 viudas mayores que no reciben ningún tipo de retribución porque sus esposos no cotizaron a la Seguridad Social el mínimo de 15 años que exige la ley. Con esas edades, les cuesta hacerse un hueco en el mercado laboral. Las pocas que tienen un contrato redondean sus ingresos trabajando en la economía sumergida. El resto malviven o viven de la caridad, de las ONGs… O se ayudan entre ellas, lo que pueden.
Esto en España. Hay culturas que la situación de la viuda va desde enterrarla con el marido a quedarse invisible en la sociedad.
En el Día Internacional de las Viudas, el 23 de junio, descubramos los problemas a los que se enfrentan para salvaguardar y promover sus derechos.
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