Terminamos el mes de enero con gratitud, porque en medio de tantas situaciones duras, novedosas, raras… tenemos muchas cosas que agradecer.
Recibamos con expectación y ganas a febrero, descubriéndonos en las manos de Dios y sabiendo que en este mes cortito y cambiante, Dios seguirá caminando de nuestra parte.
 
Procuremos cuidarnos en estos 28 días, cuidar a quienes amamos, a quienes lleguen a nuestra vida por primera vez y a los que tengan que marcharse.
 
No nos pongamos metas gigantes, no creamos que las cosas van a cambiar de golpe.
 
Dejémonos sorprender por los cambios pequeños, diminutos, imperceptibles que acontecen todos los días frente a nuestros ojos.
 
y si quieres, hacerle un regalo bonito a febrero, sé bueno contigo.