
El 30 de enero del año 1948, Mahatma Gandhi, defensor de la Paz y de la resistencia pacífica llevada a cabo para lograr la independencia de su país, India, fue asesinado. Para recordar su trabajo, 16 años más tarde, el profesor español Llorenç Vidal propone el Primer Día Escolar de la Paz y la No-Violencia.
En este día nuestros colegios se convierten en instrumentos de paz y entendimiento, aunque sabemos que la paz no es algo de un día, sino que es un trabajo continuado día a día. Tampoco olvidamos que las escuelas son un reflejo de la realidad social en la que se encuentran, pero al mismo tiempo es un espacio educativo que presenta la oportunidad de educar en valores, de educar en la paz; buscando desarrollar en niños y jóvenes una serie de capacidades y competencias necesarias para una implicación social activa.
Si queremos la paz, debemos prepararnos para la paz.
La paz no es lo contrario de la guerra. La paz es lo contrario de la violencia. Y violencias hay de muchas clases: violencia directa, esto es, asesinatos, torturas, guerras, genocidios etc.; violencia estructural, que tiene lugar en la negación de las necesidades humanas básicas a consecuencia de las estructuras sociales de un país: el paro, el hambre, la pobreza, la falta de acceso a la educación, a una vivienda digna, etc. Y violencia cultural, que legitima las dos violencias anteriores.
Por todo ello, hemos de contribuir, a través de la educación, a la concienciación de todos en la construcción de un mundo mejor, un mundo más justo y más humano que permita que todos las personas tengan la misma oportunidad de desarrollar plenamente sus facultades en el seno de una sociedad democrática, libre, justa, responsable y en paz.
La escuela es el lugar ideal para entendernos como una comunidad en la que todas y todos somos interlocutores válidos para cuidarnos y construir una sociedad de paz.
Comentarios recientes